Con una pequeña búsqueda en Google encontraras cientos de definiciones para el concepto de activo y pasivo financiero, algunas más complejas y otras mas generales, pero a lo que a nosotros respecta y de forma muy simplista, un activo es todo aquello que compramos y nos devuelve dinero con el tiempo (por ejemplo un fondo de inversión, una acción de una empresa o una casa que luego alquilamos a otros). Por el contrario, un pasivo es todo lo que compramos y no nos devuelve dinero, por ejemplo (un coche, el alquiler de una casa, ropa...).

Si quieres lograr la independencia financiera y vivir sin necesidad de trabajar, tienes que conseguir que el dinero que te retornan tus activos sea mayor al dinero que tu gastas en pasivos. Esto puede ser todo lo fácil o todo lo difícil que tu lo quieras hacer, si llevas un ritmo de vida en el que gastas 1.000€ al mes en pasivos, necesitas que tus activos generen más de 1.000€ al mes, sin embargo, si gastas 5.000€ al mes en pasivos, necesitarías que tus activos te generen al menos esa misma cantidad mensual.

Lo más importante es que encuentres un nivel de vida con el que te sientas a gusto, pero siempre con cabeza, no pretendas gastar como Di Caprio en el lobo de WallStreet ni tampoco ser un monje de clausura. Trata de encontrar el término medio, que te permita hacer un viaje de vez en cuando, salir a cenar, darte caprichos... pero que sea realista a tus ingresos y te permita ahorrar e invertir en torno a un 10% o un 20% de tu sueldo mensual (según tu capacidad de riesgo y tus objetivos) y si vas aumentando tus ingresos, no tienes por que aumentar tus gastos si ya te sientes a gusto con el nivel de vida que llevas.

Una frase muy buena que leí en [2] es: "págate primero a ti mismo y luego a los demás". Esto quiere decir que si por ejemplo, quieres destinar un 10% mensual de tus ingresos a la inversión, no gastes tu sueldo y dejes para el final este 10% a ver si te llega o no, al contrario, resérvate esa cantidad el día 1 y gestiona tu gasto de forma que se adecúe al 90% restante. Primero págate a tí, y luego al camarero, al dependiente de la tienda de ropa, a Netfix...

Tanto la inversión como la especulación pueden proporcionar grandes beneficios o pérdidas, sin embargo, la idea de esta web es aconsejar a invertir y no a especular. La inversión consiste en comprar fondos o acciones de compañías que creemos que tendrán grandes beneficios en el futuro y por tanto, querremos ser dueños de una parte de la empresa para tener derecho a recibir nuestra parte de esos beneficios. Por el contrario, un especulador busca comprar activos que luego pueda vender a otros por más dinero del que los compró.

Un inversor estudia la compañía en la que quiere invertir, su mercado, sus libros de cuentas, sus beneficios, el precio al que compra la acción... y si le parece una oportunidad rentable y una empresa de la que le gustaría ser dueño de una porción, invierte en ella y se despreocupa de mirar el precio de cotización de la acción, ya que no le importa como valoren los demás esa compañía.

Un especulador compra un activo con el único fin de que en el futuro podrá vendérselo a alguien por más dinero, por tanto, necesita estar constantemente mirando el precio al que cotiza el activo ya que no se siente cómodo siendo dueño de una parte, sino que le interesa saber como lo valoran los demás para poder vendérselo y ganar dinero.

Las acciones no son más que títulos de propiedad que emite una compañía. Imaginemos que un banco necesita financiación, por tanto decide emitir 100 acciones que vende a 10€ cada una, de este modo los inversores tienen la opción de comprarle estos títulos al banco y a cambio serán propietarios de una pequeña parte de la empresa, con su derecho a una parte correspondiente de los beneficios, esto es lo que se llama dividendos.

Dinero que recibo de dividendo = Nº de acciones que tengo x (Beneficios / nº de acciones totales)

Si por ejemplo yo decidí comprar 5 acciones, otro inversor compró 90 y otros 5 compraron una acción cada uno y este banco ha obtenido 50€ de beneficio este año para repartir entre sus accionistas, yo recibiré 5*(50€/100) = 2,5€, el que compró 90 recibirá 45€ y las 5 personas que compraron una acción recibirán 0,5€ cada uno.

También está la posibilidad de que aparezca una nueva persona que no pudo comprar acciones ya que las 100 se vendieron en seguida y quiera meterse en el negocio, esa persona acudirá al mercado de valores que no es más que un organismo donde las personas que quieren comprar y las que quieren vender acciones se ponen de acuerdo y se lleva a cabo la transacción. Cuantas más accionistas quieran vender sus acciones, más oferta por tanto el precio de la acción baja, por el contrario, cuantas más personas quieran comprar, hay más demanda y por tanto el precio de la acción sube.

En conclusión, las formas más simples y que hemos visto hasta ahora con las que se puede ganar dinero con acciones son:

• Siendo poseedor de una acción de una compañía que reparta dividendos

• Vendiendo mi acción a otro inversor por más dinero del que yo la compré

En la vida real, hay más opciones de ganar dinero con acciones, por ejemplo mediante cortos, pero eso lo veremos más adelante.

Otro instrumento de inversión son los fondos de inversión. Los fondos consisten en un conjunto de inversores que se juntan para aportar grandes cantidades de dinero y comprar muchas acciones, por lo general estos fondos tienen un gestor o un grupo de gestores que son los que se encargan de comprar y vender estas acciones a cambio de una comisión. Estos fondos son muy variados, pueden ser por sectores (empresas de energía, tecnología, turismo...), por geografías (empresas de Europa, Asia, Norte América, Japón...) , por capitalización (grandes compañías, pequeñas compañías...), etc...

Fondos de gestión activa vs gestión pasiva

Como he dicho los fondos suelen tener un gestor, que es una persona física o un grupo de personas que decide que empresas comprar y cuales vender, esto es lo que se llama gestión activa. Sin embargo hay otro tipo de fondos en los que el gestor no es más que un algoritmo matemático, esto es lo que se conoce como gestión pasiva. Por ejemplo, un fondo de gestión pasiva indexado al S&P 500 no es más que un algoritmo que calcula la capitalización bursátil de todas las acciones del S&P 500 y en función de esa capitalización asigna un porcentaje de representación a cada compañía y compra un número de acciones según ese porcentaje.

Los fondos de gestión pasiva suelen tener una comisión mucho más baja que la gestión activa, ya que solo pagas un algoritmo y no a un grupo de personas estudiando el mercado constantemente y tomando decisiones, pero lo curioso, es que por lo general, se obtiene más beneficio a largo plazo con un fondo de gestión pasiva que con uno de gestión activa.

Carteras de fondos indexados

Otra herramienta que cabe destacar, son las carteras de fondos, que son algo así como un fondo de fondos, es decir, no inviertes en un único fondo, sino que inviertes en una cartera con 5 o 6 fondos de inversión diferentes.

Las pricipales ventajas de los fondos frente a las acciones ordinarias son:

• Están más diversificados, ya que los fondos suelen tener títulos de cientos de compañías

• Necesitas menos capital para invertir, tu puedes aportar 10€ por ejemplo a un fondo que tenga todas las empresas del Nasdaq de Estados Unidos y recibirás la parte proporcional. Sin embargo si quieres comprar acciones de todas las compañías que están listadas en el Nasdaq actualmente necesitarás varias decenas de miles de euros.

• Te permiten traspasar de un fondo a otro sin pagar impuestos. Si tu tienes una acciones de Iberia por ejemplo, y quieres cambiarlas a acciones de Lufthansa necesitas vender tus acciones de Iberia (pagar aproximadamente el 20% de los beneficios en impuestos) y con lo que te quede comprar acciones de Lufthansa, sin embargo con un fondo puedes traspasarlo de un fondo a otro sin pagar impuestos por los beneficios que tengas en ese momento, lo que te permite no perder parte de tu dinero para invertir hasta que no decidas venderlo definitivamente.

Por último, cabe destacar la herramienta Morningstar. Consiste en un buscador de fondos que da mucho detalle sobre cada producto (comisiones, sector, distribución, beneficios en los últimos años...) pero es especialmente interesante el sistema de puntuación de estrellas y metales que tiene. Morningstar asigna estrellas a los fondos en función de cuantos beneficios han obtenido con respecto a otros fondos similares (recomiendo elegir siempre fondos con 4 o 5 estrellas y nunca menos de 3). Otro elemento de rating que incluye es un código por metales (oro, plata, bronze o neutral), estas medallas se asignan en función de cómo creen los gestores de Morningstar que se van a comportar estos fondos en los próximos años, de este modo, un fondo con 5 estrellas y oro es un fondo que se ha comportado mucho mejor que el resto de fondos de esas características y que los gestores de morningstar creen que se seguirá comportando mucho mejor en el futuro.